domingo, 22 de marzo de 2020

Cuarentena Día 7

Trato de concentrarme pero la realidad se hace difusa,
me siento igual, parecida y distinta a la vez.
Es una transición que atraviesa mi subjetividad,
un salto cuántico con espacio y con tiempo.
Soy yo y es el todo, cada pieza cambia de lugar
a cada rato, a veces dura un minuto,
y de momento pasó un día, o pasaron tres…
Me cuesta medir el tiempo.
Me pregunto ¿qué contará la historia?
¿Quién contará la historia?
¿Cuál será el desenlace, cómo voy a ser en dos semanas?
Es tan imperceptible y tan vívido que se vuelve fugaz
¿Y si sintiera la imperiosa necesidad de moverme?
¿Y si de pronto no tengo ganas de estar en este lugar?
La templanza está presente y me abraza fuerte,
soy yo.
Soy yo pensando en mí y en el todo como mi propio ser
y en mi propio ser como un todo.
Todavía tengo lo que necesito y me sigo preguntando
si necesito todo lo que tengo.
¿Cuál es el plan? ¿Me tocará un comodín?
¿Será el comodín la carta de absoluta confianza
para la próxima jugada?
Quizá la sota sea un cuatro de copas,
y la reina ya no pueda caminar libre por el tablero.
Y sigo yo preguntándome a que juego tendremos que jugar mañana.