viernes, 3 de agosto de 2012

sonidos


Es la música, sin dudas, la que te mueve el alma con sonidos.
Odio los ruidos, los blancos, los molestos, los de canilla.
Lo otro es música, las palabras, si son buenas, causan la misma sensación.
Una buena charla con amigos, un monólogo interesante.
Deberíamos tener un reductor de sonido incorporado en nuestra anatomía.
Todavía me pregunto el por qué de su no existencia.
Algo querrá decir.