jueves, 25 de agosto de 2011

Pregunta quieta.


Por casualidad de las causalidades, con espacio y con tiempo, destinisticamente, hoy me encuentro conmigo como hacía ya tiempo, mirándome al espejo sin sonreirme un poco.
Honestamente pienso que no puedo pensar ni casi en lo que digo, ni casi en lo que hago, se me agotó el espacio que me guardo en la mente para poner las cosas que creo irrelevantes pero que de algún modo pueden ser importantes.
Voy a esperar haciendo, por no seguir sentada, que pase esta maraña de gente arrebatada por mis puertas abiertas que dan justo a la calle de donde viene el ruido que a veces me despierta.
Y cuando me halle sola en la noche divina de estrellas y de lunas con miles de planetas, preguntaré al cielo por donde es que se sigue este camino intrépido de ripios y desvíos, que nos lleva quien sabe para que lado-donde. 
25 de agosto 2011