Hay de esos comentarios que te dejan tirada
y se te viene encima la realidad del otro,
la búsqueda perversa,
el placer de hacer daño.
Hace mucho no andaba enojada conmigo,
pero cuando me pasa…
Cuando alguna palabra sacude mi cabeza…
Me da una cachetada a secas, sin avisos
Una mano que llega de una almohada de plumas.
Cuando me pasa quedo suspendida en el tiempo.
No, no quedo suspendida.
Retrocedo mil años,
voy borrando recuerdos
y me voy convirtiendo de a poco y sin quererlo
tan
parecida al otro.
Pero tengo la dicha de estar intacta adentro,
entonces vuelvo al centro y sigo mi camino.
Ya más liviana que antes.
En eso soy distante con la miseria ajena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
aqui me podes dejar tu comenario!!!!